
Bendito seas tú, oh Jehová, Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo. Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
-1 Crónicas 29:10-11 (RVR160)
Durante mis años de preparatoria tenia un amigo que durante una visita a mi casa se sorprendió que antes de comer dábamos gracias a Dios por los alimentos. Después de la cena el me pregunto que por que hacíamos esas oración y le explique que era una manera de dar gracias por que Dios nos había proveído los alimentos. El me dijo, “pues yo le doy gracias a mi papa por que el fue el que trabajo para que pudiéramos comer, no Dios.”
Las palabras de David en 1 Crónicas 29:10-11 al dedicar ofrendas para la edificación del templo reflejan su corazón. Esta dedicación pone en perspectiva la ofrenda del pueblo. No estaban dando por que Dios necesitaba, sino por quien era Dios para ellos. David entendía bien de donde venia su éxito y prosperidad. Todo lo que tenia y el hombre que el era provenía de Dios. El rey David era un hombre agradecido y por esa razón el adoraba a Dios.
La verdadera adoración procede de una persona agradecida. Solo la persona que reconoce la bondad y misericordia que Dios a tenido sobre nosotros, puede dar alabanza y adoración sincera agradable a Dios. ¿De donde provienen tus bendiciones? ¿Puedes ver la mano de Dios en tu vida? Espero que en este día de Acción de Gracias puedas tomar un tiempo reconocer la provision y bondad de Dios en tu vida y le adores en espíritu y en verdad.
Feliz “Thanksgiving”
J Reyes
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