¿Podemos Vivir Sin Pecado?

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¿Podemos vivir sin pecado? La respuesta directa es no. Si definimos pecado como cualquier pensamiento, palabra, o acción que va en contra del carácter de Dios, la respuesta es no. Somos pecadores por naturaleza y no por opción. Pablo escribió a la iglesia en Roma explicando que lo que ya estaba escrito en los Salmos; “No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:11). También escribió explicando que aun con buenas intenciones y disciplina, en lugar de hacer lo que queremos, hacemos lo que no queremos (Romanos 7:17). Basado tan solo en estos pasajes, comprobamos lo que ya sabes en práctica, que en este mundo no se puede vivir sin la experiencia del pecado.

Así que, ¿cómo podemos ser aceptable ante Dios quien es santo y nos ha llamado a ser santos? Por medio de la Fe. Es por la fe en Jesús que somos justificados. En otras palabras, al poner nuestra confianza total en que Jesús es Dios, que El murió en la cruz por nuestro pecado y que resucito para dar nos acceso a una vida en comunión con Dios, entonces somos justificados ante Dios. No confundamos justificados por inocentes. Inocentes son aquellos que nunca pecaron y esa clase de ser humano no existe. Pero justificados son aquellos cuyas ofensas han sido pagadas y perdonas. En nuestro caso, los que hemos puesto nuestra fe en Jesús, somos considerados justificados. Y su resurrección nos pone en una plataforma firme, en el cimiento de la gracia, ante la presencia de Dios (Romanos 5:1-2).

El llamado a ser Santos no es un llamado a una vida perfecta, ya que vivir sin pecado es imposible de acuerdo a nuestra naturaleza. Pero si podemos vivir en santidad en el concepto de ser apartados. Una vez más Pablo escribe a la iglesia en Filipos. El expresa su gratitud por la comunión que existe en los creyentes y Dios. Esta comunión es posible no porque sean perfectos sino por la obra continua del Espíritu de Dios. Pablo llama esta “la buena obra” la cual será completa cundo estemos en la presencia de Dios (Filipenses 1:5-6). Esta obra es la transformación progresiva de nuestro carácter que refleja la realidad de nuestra fe en nuestro diario vivir. Puesto de otra manera es el proceso de santificación.  Entre más conocemos y nos sometemos a la palabra de Dios, el Espíritu Santo nos guía y nos da la habilidad de obedecer.

No podemos vivir totalmente sin pecado, es imposible en esta vida, pero si podemos vivir en santidad cuando entendemos que ser santos es vivir reflejar el carácter de Dios. Hacemos esto poniendo nuestra fe en Jesús, confiando que el Espíritu Santo esta activamente obrando en nosotros, y alineando nuestras mentes y nuestros corazones con Dios por medio del conocimiento y practica de su palabra que se encuentra en la Biblia (Romanos 12:1-2).

Bendiciones,

Pastor Josue R Reyes